
La electricidad que obtenemos luego de transformar la energía proveniente del sol tiene su origen en lo que conocemos como “módulos solares”, o “módulos fotovoltaicos”; este artefacto es uno de los más innovadores del campo esto se debe principalmente a que es silencioso, no produce combustión o pérdida y a que no funciona a base de combustible fósil.
Como característica principal, señalamos que un módulo solar no posee parte móvil alguna por ende no se gasta lo que implica, a su vez, que puede operar por períodos extendidos de tiempo sin mantenimiento o intervención humana. Muchos individuos desconocen que cuando hablamos de módulo solar estamos haciendo referencia, a su vez, a un sistema solar particular, uno confeccionado a través de módulos que brindan la posibilidad de adaptarse para abastecer los requerimientos de consumo.
Que un sistema sea modular significa también que puede equilibrarse económicamente de acuerdo a las necesidades específicas: podemos comenzar con un sistema solar fotovoltaico pequeño (de pocos módulos) y luego ampliarlo (agregando más módulos) si tenemos un aumento en el consumo. La descripción de un sistema de módulo solar básico incluye: cargador, regulador, baterías y panel; los módulos que más se comercializan actualmente son aquellos de alto rendimiento; estos están conformados por 36 celdas de silicio mono-cristalino.
No es aconsejable optar por un panel de silicio amorfo, el mismo posee un bajo rendimiento y una corta vida útil; no nos olvidemos que la correcta elección del sistema es lo que determinará el éxito de un proyecto o del abaratamiento de costos. Un módulo solar siempre se conecta en serie para poder conformar la tensión de alimentación adecuada (12 o 24 VCC), con respecto a su funcionamiento, básicamente decimos que este objeto convierte la energía proveniente del sol en electricidad.
Los módulos cuentan con una oblea electrónica que capta los rayos del sol; dicho proceso incrementa la energía cinética de los electrones los cuales, luego, producirán una corriente eléctrica; los sistemas cuentan con reguladores encargados de estipular los niveles adecuados para cargar la batería y controlan el almacenamiento de energía. Los inversores son los que extraen toda la energía almacenada convirtiéndola en corriente; entre las características principales o ventajas de un módulo solar encontramos: bajo mantenimiento, confiabilidad, la posibilidad de expandir el sistema, fácil instalación, rentabilidad y eficiente generación de electricidad.
Utilidades y eficiencia del los modulos solares
El uso de un módulo solar podía ser algo extraño años atrás, pero actualmente los sistemas de energía solar han avanzado de gran manera hasta llegara copar cierta regiones de Europa; los módulos de última generación son los confeccionados en celdas policristalinas de alta eficiencia.
Estas últimas se encuentran encapsuladas entre capas de material plástico para brindar una gran resistencia a la humedad, aislamiento eléctrico y estabilidad a la radiación ultravioleta. La cara
Actualmente, los módulos solares se utilizan para diferentes tareas: sistemas de telecomunicaciones, de satélites, de protección catódica, de telesupervisión, para llevara cabo la electrificación de pueblos en áreas remotas, de escuelas, de puestos médicos.
También se emplean en los sistemas de bombeo de agua, de desanilización y en cargadores de baterías para arcos o casas rodantes; por lo general el largo de estos módulos es de 1280 mm, su ancho de 344 mm, su espesor de 36 mm y pesan entre 5,5 kg y 6 kg. Su potencia pico nominal es de 50 vatios, su tensión de 16,7 voltios, su corriente de 3,00 amperios y su corriente de corto circuito de 3,10 amperios. Por último señalamos que las baterías permiten una utilización en todo momento y cuentan con una vida útil limitada debido al intenso proceso de carga y descarga diario.
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